Esta vez te invito a volar por mi garganta,
a desgarrarnos el alma con una sola mirada,
a sentir que nuestra vida cambia, mientras abandonamos tu triste morada,
a volar en mares de barro y a vaciar mi música en un cántaro; bañarnos con sus notas y ahogarnos de vez en cuando.
Apartaremos un asiento al fantasma de nuestros cardos; celebraremos junto a él, derramemos nuestros llantos
Reciclaré la más perfecta sonata, para tu armoniosa tempestad.
Te llevaré por campos de flores secas, para que suframos un poco más.
Le regalaré a tu vida la melodía por la que a veces clama.
Desplomaré ante tus ojos, el triste reflejo de mi alma.
Porque ahora que conozco, sé lo que hace falta.
-Esta vez no dirás que no a la melodía que mis ojos te cantan, no escaparás del silencio que mío te aguarda; no dirás que no, porque sé que te hace falta. No podrás negar que mueres por volar junto a mi alma-
-No, en serio, no puedo, ya es tarde, mi taxi está afuera, tengo que ir a casa...-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario