Canto XXVI: Viajo a una visista con quien sera mi interlocutor esta vez;

Acompanado de una joven que escucha musica(muy de disco provinciana) desde su aparato portàtil y trata de intoxicarse con un par de dipironas... Parece ser de las que suelen llevar la botella de agua mineral y los grandes lentes de sol(aunque vaya con la cortina cerrada..
Una mujer que tal vez pudo sentirse sola, razòn por la que retirò sus cosas del asiento del lado y le abriò paso al jòven que no aguardaba sentarse ahí... De modo que no deja de hablarle a lo que el sujeto responde con mhh y claaro...y mirando constantemente hacia otros lugares lo que denota su aburrimiento. Es preciso mencionar, que la senora aparto una madeja de lana para comenzar alguna especie de tejido en el bus... Y lo peor de todo, esque no presta atenciòn a lo que dice ni hace...
Frente a mi una jòven que comía un dulce... Luego (ahora me mira no se con que razòn) debio tener alguna especie de remordimiento, por lo que aterrada miro el envoltorio y disimulando no hacerlo, hechò un vistazo a la informaciòn nutricional... Mirò hacia la persona de su lado al otro lado... Como si la hubiese descubierto...


Y de ahí yo descubrí algo: en un bus, la persona que màs te observa, no es tu companero de asiento, pues teme parecer estúpido mirandote demasiado...ni los sujetos que van en los asientos al costado tuyo... Pues es màs notorio, aunque, solo te miran un poco... Pero, quien verdadeamente te observa, es el que esta en diagonal atràs tuyo...porque como nadie suele mirarar a quien esta atràs... Tiene todas las ventajas para observar todo lo que haces...*


---Incompleto---



-Fechado; mucho tiempo atràs-

Canto XXV: Bolsa XIII

Si fuera relàmpago; serìa lo màs eterno posible.
Si fuera pliege; quebrajarìa mi vida, antes que despegue,
Si fuera lluvia; escaparìa a los niveles de lo entendible...
Si fuera cuerda; soltarìa todos los amarres del barco que se entierre,
Si fuera estrofa; enredarìa mis versos para ser el menos plausible.
Si fuera tinta; tarjarìa todos los espacios de mi mente,
Si fuera letra; tratarìa de ser la menos audible.
Si por fin fuera Son; dejarìa de lado la bùsqueda de mi Ton.

Canto XXIV: Bolsa XII

Siento esa amargura eterna, no, màs que eterna; profunda. De esa que le llaman pena infinita… de la que viene asì sin màs… pero no puedo desgarrarme; no puedo decantarme al son del tiempo; los àrboles no me dejan, no quieren que no me levante por la mañana y mire con el brillo de la tristeza en mis ojos, no soportan verme opacar… Quisiera que mi unicornio azul se perdiera… para extrañarlo, buscarlo y llorarlo, lamentarlo entre las sombras del olvido, desdichar mi corazòn con la resonancia del vacìo. Necesito no necesitar, congelarme, esconderme y reactivarme cuando el tiempo lo decida, pero no quiero que lo solucione… quiero morir con la esperanza de volver a vivir, pero no quiero su vivir, quiero no abrir los ojos esta mañana, no sentir el sol en mis dedos, ya no quiero vivir con la sensaciòn del pasto en mis pies, no quiero ver las estrellas y menos que inspiren a mis manos… ya no quiero ver al rocìo amigo de mis noches, no quiero escuchar los eucaliptus mientras muero. Que el mundo se paralice y a la vez camine conmigo, que la gente voltee mientras yo me entierro; entierro mi vida en el cemento, y no construyo cimientos, mientras me arrojo de las copas de los àrboles y desaparece mi vida entre los pajales, que la vida se olvide de mi, que busque a otro, ya no me entretiene… me hostiga, me suprime..revoca mi alma de mis designios…y quisiera que lo supiera, pero còmo decirle a la vida que te ha desilusionado?, còmo explicarle a su silencio que me ha traicionado?, y explicarle tambièn, lo que me ha costado…
Quiero ahogarme en las ondas de una botella, y acabarlas con el filo de su cuerpo… no existir… para que de una vez por todas, sì quiera vivir!!!

Canto XXIII: Bolsa XI

Me enorgullezco del triste canto de la vida,
de su fracasada figura...
y de su torpe estigma.

Canto XXII: Bolsa X

 

“Temo al silencio, que estaca su retrato en el alma y derrama en los ojos del alba su triste marejada.”

Quisiera ya no vivir, dejar todo con su triste aire descortès, derrochar y acabar la espantosa niebla del presente al son de un chasquido, invertir deseos para derrumbar la triste choza del pasado, tomar cada una de sus ramas y quebrarlas como las personas de mi vida que son, y finalmente tener èxito en mi negocio.
A veces, quisiera exclamar a cada espina por defender asì a su flor, por tener el coraje y por què no, valentìa de pararse firmemente ante el codicioso que busca robar su reina… aunque derrumbe sus cimientos, de pronto quisiera que no existieran espinas, ni rosas, pues asì no existirìa valentìa, y menos yo serìa un cobarde.

De pronto, siento que el silencio me supera, me sobrepasa, me sobre congoja y no se apiada de mi… me lleva a sus màs recònditos lugares y me engaña para que me quede ahì; me muestra sus pelìculas y me lee sus cuentos, me habla que tiene, un mundo sin dueño. Grita a su amiga; le llama por Melancolìa, ella es extraña, no sè por què, pero suele traerme de regalo un ramo de nudos en la garganta, le gusta fruncir mi ceño y secar mis labios… y aunque siempre me ofrece humedecerlos; me besa como la entristecedora brisa del mar… esa que hiela los huesos, pero no por el frìo, sino por el olvido; el miedo al recuerdo y lo que los ojos ya no ven. lo que mìos ya no quieren ver…

-

Llora, que suprime el aliento
y mata mi garganta, estrangula mis ojos y los desampara,
escarba en mis entrañas y no deja pena allì guardada, 
retrata cada astilla y la suprime en mi alma.
Es acaso angustia quien tortura mi calma y la deja desenterrada?
que recurre a los màs violentos juegos para enterrar aquella espada.

La que baja por los pliegues de mis cortinas observando como araña.
la que no espera, inunda su yugo venenoso y me lleva a su poso,
me engaña con su agua calma y me entierra en su fondo,
retrata mi rostro, y lo lleva a la màs alta cima de la desesperanza.

Recurre a cada sollozo y cuida cada esbozo
sonrìe a aquella pala y te golpea en la espalda,
luego toma tu mano, y te lleva con cuidado…

(…)

-
-Incompleto y mal escrito… ah! asco de sensaciòn!-

 

Canto XXI: Bolsa IX

Volvì, leì sobre lo que ha pasado... leì a Natalia... y algunas cosas que vivimos... leì su comentario gigante... y me hizo querer morir... sufrir.. como un buen artista... recordar que algùn dìa...desgarrarme en una expresiòn de dolor... de angustia, de miseria desenfrenada...
Hecho de menos, de pronto ser alguien sin preocupaciones...drogarme...sufrir(vivir) y reìr junto a quienes me acompañaban... de pronto sentirme còmodo en mis zapatos... de no ser tan sòlo ojos, pòmulos y manos... de dejar un rastro... una linea blanca el el cielo... marcar las hojas de un àrbol... y de pronto ya no ser nadie... desaparecer junto a una puesta de sol... desvanecerme como el rocìo hace suyo el pasto.

Quiero desaparecer y no morir..
Quiero no ser y perdurar... como las palabras de Huidobro en este poema... quiero volver a ser lo que nunca fuì..para desaparecer tranquilo... con un destello de esperanza... quiero desencadenar el sufrimiento en el mundo... sembrar làgrimas en sus campos... y acabar con un pestañeo la brisa de la desesperanza...

Querìa seguir sufriendo al compàs de las letras, pero Ignacio me diò una 'responsabilidad', y ademàs, debo seguir estudiando... entonces hasta aquì lo dejo... abandono... esto daba para màs... quizà algùn dìa lo continue... aunque no creo...


-Ignacio me retirò... de la quietud del mio màrmol...-